el lunes pasado fuimos al parque con el Jaime, dije y repetí por diecisiete veces que mi vida no podía ser mejor,
me reía a carcajadas con un estado de ebriedad por que celebrábamos que ya se acababa el verano y por ende las clases, pasamos por un restaurante chino y obviamente no podíamos dejar de deleitarnos con ese aroma que cautiva a cualquiera, me pasaba riendo de todo, comí con palillos y nunca en mi vida me había costado tanto comer con los putos palillos, le enseñe al Jaime a comer con palillo, no aprendió hahaha, caminamos por stgo de noche y creo que es unas de las cosas que más que me gustan, además me quedo ultra pegada, después de esperar un tanto la micro y fue el recorrido más corto hacia san Bernardo, en serio sentí que fueron quince minutos y no más, llegue a mi casa riéndome de todo, jugando un tanto con el Joaquín y en mi cabeza sólo existía mi cama.

(en valpo, pasando el año nuevo)
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