bajo

ayer con algunos de mis compañeros cambiamos de rumbo partimos al cerro san Cristóbal al famoso "ermitaño" subimos en estado de volar bien alto y con una respiración más agita que calmada, en la mitad del camino no falta el que pregunta -¿cuanto falta?!- con pura cara de desmayarse directamente en el suelo caliente pavimentado, caminado y llegando al fin al famoso ermitaño bajo buscamos una mesa y sacamos los víveres y justo arriba de nosotros estaba un globo púrpura, nosotros en estado de música y muy relajados, comenzamos a conocernos y hablar mucho, reírnos de los que no fueron y reírnos de nosotros mismos, también jugamos a la tapita aunque yo quería jugar "un limón, medio limón, TRES limón" ese juego la lleva lejos, después se acabo la tarde y también el copete y todos los víveres, comenzamos a bajar, UNA BAJADA eterna, después de perdernos de nuestros compañeros y tomar transantiago gratis y dormir sin que nadie nos moleste yo llegando a mi casa sólo salude y me acosté a dormir por qué más tarde era el cumpleaños de Joaquín.