martes, 22 de noviembre de 2011

la gente jura con esperanzas que con miedo puede retener a la gente, el odio al fin de cuentas no sirve más que para odiar y ser odiado, es como un circulo vicioso, a mi me basta por estos días tener una botella con agua bien helada y pensamientos cálidos, andar con los pies frescos y suaves, la gente a veces olvida lo importante que es mirarnos a los ojos y decifrar lo que nos quiere decir el otro, a veces debo reconocer que a mi se me olvidan los nombres, los lugares hasta mis mascotas que tuve en mi infancia, el nombres de mis compañeros de ahora, incluso de las voces de algunas personas.

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